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jueves, 4 de octubre de 2012

EL AMOR MAS GRANDE ES "DIOS"

Amor a Dios

El principio fundamental ético de las relaciones de uno con Dios debe ser el amor a Él. « ¡Amarás al Señor tu Dios! (…)», este fue el mandamiento del Antiguo Testamento al que Jesús le consideró lo más importante en Su Enseñanza (Marcos 12:28-34).

El amor a Dios incluye la atracción hacia Él: la atracción por encontrarse, contactarse y unirse. La Unión con el Padre Celestial es la Meta Más Alta y la Última. Sin amor-atracción a Él, esto no puede lograrse.

Pero estaría equivocado, si todos empezáramos a pedirnos unos a otros: « ¡Ama a Dios! ¡Ama a Dios!», y nos pusiéramos a leer oraciones y a hacer reverencias todo el día. Esto sería algo absurdo. Sin embargo, hay personas que se comportan exactamente así.

Nosotros ya hemos discutido que sólo los buscadores intelectual y éticamente maduros son capaces de conocer a Dios el Padre. La tarea del resto de las personas es esforzarse conscientemente por esta madurez, recibiendo educación y trabajando por el bien de Dios y de las personas, aprendiendo a amarlas a ellas y a todo.
Es más, Dios sólo puede ser conocido a través del trabajo meditativo; pero si uno hace participar en esto a personas inmaduras, ellas convierten un trabajo serio en un juego infantil, que a veces puede conducir a las perversiones éticas groseras. Esto puede producir incluso enfermedad mental.

Las observaciones prácticas demuestran que es mejor detener a muchas personas lejos del ímpetu religioso: de todos modos, ellos no pueden hacer allí nada bueno. Por ejemplo, en Rusia en la actualidad hay muchos grupos pseudo-religiosos y comunidades, donde la ideología de las personas es una mezcla de orino terapia (cuando las personas toman su orina), fascismo y astrología; al mismo tiempo, ellos tienen íconos de la ortodoxia en sus casas, pintan huevos de Pascua y se consideran cristianos. Y si tales personas empiezan a practicar el espiritismo o establecen «contactos telepáticos» con «representantes de civilizaciones extraterrestres» y, después de eso, ceden al temor místico (lo que es bastante fácil en tales casos), entonces incluso los psiquiatras no pueden ayudarlos.

El otro ejemplo típico en Rusia de camino a la esquizofrenia es cuando las personas, incapaces de comprender algo serio sobre Dios, se sumergen en un ambiente religioso primitivo, donde obtienen sólo ideas sobre el mundo lleno de demonios, vampiros, brujos y «zombis». ¡Es mucho mejor si ellos serían ateos en lugar de aceptar tal «fe»!

Nadie explicó a estos pobres, en una forma comprensible, lo que es Dios, dónde encontrarlo, lo que Él nos enseña, y lo que debemos hacer sabiendo que Él existe; y que debemos buscar con la mente a Él y no a los demonios o diablos, porque en lo que pensamos, realmente lo atraemos con nuestra atención.

Así que, si hay Dios, ¿qué es entonces lo que tenemos que hacer?
Primero, por lo menos intentar acordarse de Su existencia, percibirlo como nuestra Meta y buscarlo al principio intelectualmente.
Segundo, esforzarse por perfeccionarse para cumplir Su Voluntad («Sean perfectos, así como su Padre en el Cielo es perfecto» (Mateo 5:48)). Esto incluye: a) el auto-desarrollo intelectual por todos los medios posibles, b) la transfiguración ética de uno mismo a través del estudio de Su Voluntad para nosotros, fomentando cualidades positivas conscientemente en uno mismo y la lucha contra las negativas, y también a través de servir a otras personas, ayudándolas en todo lo bueno, intentando facilitar sus vidas terrenales y su crecimiento espiritual.

En particular, ayudando a otras personas, nos perfeccionamos, aprendiendo, bajo la guía de Dios, el Amor, la Sabiduría y el Poder, tres aspectos principales de la Perfección. Este proceso marcha con más éxito, si pedimos a Dios que nos ayude en este servicio y mostramos sensibilidad a Sus consejos e instrucciones que pueden venir a nosotros en forma de Revelaciones, sueños, acciones y avisos dados por Él a través de otras personas, libros, etc.
¿Pero qué debemos hacer si no tenemos amor por Él, pero queremos tenerlo? Resulta difícil enamorarse de Dios a Quien no podemos ver ni experimentar; y para muchas personas es incluso imposible en el futuro cercano. Por eso, Jesús propuso: ¡primero, aprendan a amarse los unos a los otros, desarrollen su habilidad de amar a través de esto!
El amor es una emoción. Una emoción es un estado de conciencia. El amor también es un estado de la Conciencia de Dios.

La cólera exacerbada es un estado de los habitantes del infierno. El odio nos lleva al infierno. Al contrario, si tenemos amor, eso puede llevarnos a Dios. Entonces, ¿qué debemos desarrollar en nosotros?


DIFERENCIA ENTRE EL AMOR DE DIOS Y EL AMOR DEL HOMBRE

La diferencia básica entre el amor de Dios y el del hombre es que Dios ama a los enemigos, la humanidad entera, y no espera la recompensa, es decir no necesita ser amado antes, sino que ama por naturaleza, porque el poder de Su amor es mayor que todo sentimiento que conocemos, y Su benignidad nos guía al arrepentimiento. Dios sabe cual es el resultado del amor por los enemigos, lo ha visto en la Cruz, El sabe el resultado en nuestras almas para la eternidad y le ha merecido y le merece la pena la gran batalla por nosotros, por sus hijos. Un buen padre lucha por sus hijos en el mundo, ¿cómo no lucharía nuestro Padre por nosotros para la eternidad?


El amor de Dios es tan fuerte hacia nosotros que ha dado a Su Hijo Unigénito entregándole en la Cruz para morir en nuestro lugar, por nuestro pecado, o error, debido a nuestra desobediencia a Dios, esto es que queremos que Dios sea como cada uno de nosotros lo concibe en lugar de hacer Su Palabra: ...Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1Juan 2:17. Esa voluntad es que recibamos al Hijo de Dios como nuestro Salvador, porque Él es el que bautiza con el Espíritu Santo. Esto para los que le hemos oído estando en este cuerpo, pero también se encontrarán con Él y Le oirán tras la resurrección los que tuvieron y tienen un corazón volcado hacia Dios pero no conocieron el Evangelio.


El amor del hombre sin embargo está enfocado básicamente en dos cosas, primero en sus instintos animales, incluida la maternidad, y segundo, el amor del hombre natural le guía a buscar el disfrute egoísta de lo que tiene a su alcance, sin mirar al prójimo. El hombre por lo tanto ama el dinero, el poder, el éxito ante los demás, busca ser reconocido, ser el líder, ganar en la competición a base de humillar y batir a su prójimo, y para ello mata y está matando diariamente, como vemos en las noticias cada día. El amor del hombre solo piensa en él mismo, es enemigo de Dios, es del diablo, ni siquiera mira a su Creador.


¿QUÈ SIGNIFICA EL AMOR?

Dos formas de entender el amor
Los seres humanos podemos desarrollar en esencia dos tipos de actitudes: bajo una de ellas somos altruistas y colaboradores, y bajo la otra somos egoístas y competidores. Existen personas totalmente polarizadas hacia una de las dos actitudes por voluntad propia; por ejemplo, los monjes budistas están totalmente volcados hacia el altruismo, y los practicantes del objetivismo, hacia el egoísmo. Y también existen personas que combinan ambas formas de ser, comportándose, unas veces, de forma altruista y colaboradora, otras, de forma egoísta y competitiva, y otras, de forma parcialmente altruista y competitiva. En algunas partes del mundo predomina el altruismo (Tíbet), de modo que el egoísmo se ve en general como algo negativo. Y existen grupos humanos donde sucede lo contrario. Todas las guerras de la historia nacieron del egoísmo por parte de, al menos, uno de los dos bandos; todas las situaciones conflictivas del ser humano proceden del egoísmo.
Manifestaciones del amor
En las relaciones de la persona con su medio, el amor se ha clasificado en diferentes manifestaciones; en virtud de ello, pueden aparecer una o más de las siguientes:
  • Amor auto personal: El amor propio, amor compasivo, es, desde el punto de vista de la psicología humanista, el sano amor hacia uno mismo. Aparece situado como prerrequisito de la autoestima y, en cierto contexto, como sinónimo de ésta.

  • Amor incondicional: Es el amor compasivo, altruista, que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor espiritual, predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional por antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce también como amor de este tipo, y, por tradición, se considera motivado por un fuerte instinto que lo hace especialmente intenso; no obstante, hay también quien cuestiona la existencia de dicho instinto.

  • Amor filial: Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y ancestros).

  • Amor fraternal: En su sentido estricto, es el afecto entre hermanos, aunque puede extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los descendientes. Nace de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, y se manifiesta por emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto dentro de una estructura de parentesco

  • Amistad: Cercano al amor fraternal, es un sentimiento que nace de la necesidad de los seres humanos de socializar. El amor al prójimo nace a su vez del uso de la facultad de la mente de empatizar y tolerar, y constituye la abstracción de la amistad. Para Erich Fromm, dicho amor al prójimo equivale al amor fraternal y al amor predicado en la Biblia mediante la frase «amarás al prójimo como a ti mismo».



  • Amor romántico: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial.

  • Amor platónico: Con propiedad, es un concepto filosófico que consiste en la elevación de la manifestación de una idea hasta su contemplación, que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Para Platón, el verdadero amor es el que nace de la sabiduría, es decir, del conocimiento. Vulgarmente, se conoce como una forma de amor en que no hay un elemento sexual o éste se da de forma mental, imaginativa o idealística y no de forma física.